Odio ser humana...

Sola, camino en aquellas calles oscuras que reflejan lo oculto de mi alma.

Sola, caminando con miles de personas con el mismo miedo, sin rostro.

Sola, y a lo que más le temo es a estar sola.

Odio darme cuenta que soy humana.

Quizás, es guste destrozarme el alma,

ver como lloro es gozoso,

y por eso lo hacen a menudo.

Ya no quiero ser la muñeca de todos.

Mi sonrisa se esta despegando,

y las excusas de escape se agotan,

no quier mostrar mi corazón herido,

Odio darme cuenta que soy humana.

Soy un ser melancólico que camina por la calle,

ya no importa nada, ya nada vale,

se acabo el mundo bajo el agua,

que cubre mi cuerpo bajo el puente.

Por fin dejaré de ser humana...

Se me olvidaba lo débil que era a veces. Hace tiempo no lloraba por esa razón. Recordar que tengo corazón duele, mas cuando fue destruido por aquellos seres. Me gustaría decir que fue roto por un amor no correspondido o tal vez por algo perdido, pero mi dolor es mas grande y por eso cada vez que lo recuerdo me hace sentir como un pequeño perdido en la multitud, que ve como su madre es apedreada sin razón... Quizás sea mi culpa por parecerme a ella, o porque fui hija de unos padres que no supieron amarse. Quizás sea culpa de Dios que se olvida de mi a veces, y me arroja muchas pruebas para ver hasta cuanto aguanta este flácido cuerpo. Pero jamas culpa de ellos, porque ellos son seres mas perfectos que yo. Están fuera de mi alcance.

...

Cierro los ojos y comienzo a recordar... Tu boca unida a la mía en un juego de lenguas sin cabida y nuestras manos buscan en nosotros tan solo un detenimiento que nos lleve a la felicidad. tu cuerpo se mece con el mio al son de las olas y unos gemidos de placer se resbalan en las sabanas... Quiero recordar mas tempranamente esa noche.

te vi caminando en la tarde por el parque. tus ojos, humedecidos, pedían ayuda a gritos y al verme, bajaste la mirada de vergüenza. pensaba irme, pero tomaste mi mano, la acercaste a tu pecho y me dijiste: aunque te vallas, no te iras de aquí...

eras tan inocente y yo tan sucio, no quería utilizarte, pero tus labios carnosos buscaron los míos y tu sabor agridulce me embriago. Me olvide que eras tan pequeña y te lleve a mi casa, cerca del lugar. Al entrar a mi cuarto, titubeaste, pero con un solo beso te convencí. Tan fácil que fuiste ¿porque?, Porque...

Yo no te exigí nada, tu sola te sacaste tus prendas y dejaste tu angelical cuerpo a la vista, te acostaste y temblando tu cuerpo, me llamas susurrando mi nombre...

No podía, era tan pura, tus ojos tan sinceros, tu cuerpo tan maduro, tus labios tan hipnotizan-tes, tus pechos tan deseosos que no aguante mas y con la agilidad de mis 40, en instantes estaba encima tuyo, poseyéndote.

Mordías tus labios de dolor y tus uñas se clavaban en mi espalda. No exigiste nada, ni tampoco quería que lo hicieras. Todo fue rápido y limpio. al terminar, me sentí mas sucio que antes. el ruido de la ciudad me había enceguecido, y ahora me veía arrepentido.

tome mis llaves y salí a caminar a la ciudad. habrán sido minutos, o tal vez, horas, pero al llegar no estabas, solo estaba tu aroma en el cuarto.

no te vi mas, hasta el otro día, cuando vi como te entregabas a tu esposo... mi hijo.